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Please be aware that the content herein is comprised of personal reflections, observations, and insights from our contributors. It is not necessarily exhaustive or authoritative, but rather reflects individual perspectives. While we aim for accuracy, we cannot guarantee the completeness or up-to-date nature of the content.Esta iniciativa nace en Chacsinkín, Yucatán, después del huracán Isidoro que, en 2002, ocasionó la pérdida de las milpas y cultivos y, con ello, el riesgo de la pérdida de la seguridad alimentaria de la población en la Península de Yucatán. Con la intención de recuperar las semillas criollas de maíz y otros cultivos de la milpa, las comunidades y organizaciones locales como Misioneros AC y Ket Ximbal lanzaron la primera Feria de Intercambio de Semillas, para recuperar semillas y contar con la posibilidad de cosechar en el siguiente ciclo de producción.
Por más de 20 años, los Guardianes y las Guardianas de las Semillas se han consolidado como con colectivo de hombres y mujeres mayas que ha preservado 22 variedades de maíces criollos y otras semillas relevantes para la alimentación en el sur de México. Este logro se ha alcanzado a partir de mantener la continuidad de la siembra en las milpas, aprender técnicas de preservación y de intercambiar constantemente experiencias y conocimientos sobre el manejo agroecológico.
Asimismo, este colectivo se ha convertido en un tejedor de alianzas con otras regiones mayas en Chiapas y Guatemala, así como con la academia y sociedad civil aceptadas en conjuntar esfuerzos que promuevan la preservación de saberes ancestrales y el desarrollo de medidas fortalecedoras de los sistemas agroalimentarios. Estas acciones les han permitido lograr ser más resilientes a los embates del cambio climático, asegurando con ello la seguridad y autonomía alimentaria de las comunidades que siguen sembrando las variedades criollas.